Extremadamente fino y casi neutro en aroma, el papel de arroz ofrece una combustión lenta y una experiencia muy limpia. Es ideal si buscas preservar al máximo el sabor original. Su principal inconveniente es que requiere cierta técnica para liar porque se rompe con más facilidad; trabajar con manos secas y movimientos suaves ayuda mucho.
El papel de cáñamo combina resistencia y porosidad equilibrada. Suele ser un excelente término medio entre durabilidad y sabor. Al ser de una fibra natural, suele resultar más ecológico que alternativas muy procesadas y ofrece buen agarre al pegar.
La celulosa proporciona una superficie muy uniforme y buena adhesión. Su combustión puede ser algo más rápida que la del arroz, y su tacto es consistente; es una opción práctica para quienes buscan facilidad al liar.
- Papel de lino y otras mezclas
Existen papeles con fibras de lino u otras combinaciones que aportan texturas y estéticas diferentes. No son tan comunes, pero pueden interesar a quien busca sensaciones distintas o acabados más robustos.